Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico presenta reporte de banda ancha
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó que los 34 países que forman parte del organismo suman 511.887.928 conexiones de banda ancha inalámbrica, mientras que el número de enlaces por cable al cierre de 2010 fue de 305.588.689.
El estudio revela el crecimiento más bajo (seis por ciento) de la banda ancha fija en comparación con los últimos diez años y ubica a Corea (89,8 por ciento), Finlandia (84,8 por ciento) y Suiza (82,9 por ciento) como los países con mejor penetración en internet inalámbrica.
La OCDE agrupa a los países más avanzados y desarrollados del planeta, siendo apodada como el club de países ricos, entre ellos Estados Unidos, Canadá y los principales de Europa y Asia. De este selecto gueto, México y Chile son los únicos de la región que figuran como miembros y la nación azteca se llevó la medalla menos deseada: ocupa el último puesto referido a la penetración inalámbrica con apenas un 0,5 por ciento, mientras que Chile alcanzó un 7,3 por ciento y se ubicó en la posición número 32.
En un rápido análisis -o justificación- de la falencia mexicana, uno podría suponer que el mal desempeño en la banda ancha inalámbrica podría explicarse por una robusta cobertura de internet fija. Sin embargo, los números reportados por las autoridades nacionales logran que esta teoría sea descartada rápidamente.
México contaba al cierre de 2010, con sólo un 10,4 por ciento de penetración en banda ancha fija, la misma marca que alcanzó Chile. Es decir, que internet fijo no es un inhibidor o condicionante para la conectividad inalámbrica. Profundizando un poco más la lectura, se descubre que en la mayoría de los países que integran la OCDE, la penetración inalámbrica es mayor que la tradicional. Esto se explica por la complejidad que genera desplegar una estructura de banda ancha fija.
Volviendo al 0,5 por ciento de penetración inalámbrico en México se puede citar a Pedro Cerecer, director de desarrollo de negocio de Intel, que detalló las piedras en el camino para ampliar el servicio. "No ha sido licitado el espectro y, segundo, la falta de certidumbre legal o jurídica para que los implementadores de servicios puedan invertir en esta tecnología y masificarla", comentó el directivo durante una entrevista publicada por El Milenio.
Otro golpe a la penetración que sufrió México fue la decisión de MVS Net de anular su plan de inversión de 1.000 millones de dólares y dar por terminado su servicio de internet inalámbrico e-go. La interrupción de las operaciones se dio como capítulo final de la disputa que la compañía mantenía con el Gobierno para la renovación de las concesiones vencidas en la banda del espectro de 2,5 GHz.
Hace algunos días comentábamos la situación en Brasil y los continuos postergamientos para impulsar el crecimiento del WiMAX. Precisamente, la versatilidad y alcance de esta tecnología permitiría reducir notoriamente la brecha digital, característica común en todos los países de América Latina. Pero el primer paso necesario es la licitación de frecuencias. No hacerlos es ni más ni menos que un atentado contra la posibilidad de que todos los habitantes de un país puedan conectarse al mundo.
Curiosamente, la banda ancha móvil en la región existe como un complemento. Es decir, aquellos usuarios de las principales urbes que ya disfrutaban de la banda ancha fija adquirieron un módem usb para no perder la conectividad en ningún momento. Por un lado, los operadores quieren amortiguar la inversión que el despliegue significa, ofreciendo el producto a un target familiarizado con el servicio y dispuesto a comprarlo sin muchos vacilamientos. Pero por otro lado -y es el punto más alarmante- se dificulta ofrecer el servicio en zonas rurales por las demoras en las licitaciones de espectro, una inexplicable actitud de los entes regulatorios que se terminan convirtiendo en cómplices directos de las brechas digitales que avergüenzan al continente.
Fuente: César Salvucci – TeleSemana.com