Flatulencia: causas, prevencion y tratamiento
El tema sobre gases intestinales no es algo sobre lo cual a la gente le gusta hablar y existen muchas dudas, mitos y creencias sobre este tema. Pero la verdad, es que todos nosotros tenemos normalmente gas en el intestino y lo debemos eliminar de alguna forma. Normalmente, el gas se elimina por vía oral (flatos orales o eructos) y por vía rectal (ventosidades anales o pedos). Ambas son funciones digestivas normales y necesarias que permiten eliminar el gas intestinal.
¿Cómo se genera el gas intestinal?
El gas en la parte alta del intestino (estómago) se genera por deglución normal o involuntaria de aire ambiental (aerofagia). Cada vez que tragamos alimento (o saliva), ingresa también aire al estómago. El gas en el estómago pasa al intestino delgado, donde gran parte es absorbido; una parte pequeña puede llegar al intestino grueso (colon).
En algunas personas, parte del gas en el estómago es eliminado por la boca (flatos) en vez de pasar el intestino delgado. Esto puede ser más o menos frecuente y ocurre por múltiples razones. Algunas situaciones facilitan tragar aire en forma exagerada: mascar chicle, fumar, sinusitis con secreción nasal que se deglute, estrés psicológico, comer muy rápido, consumir bebidas carbonatadas (gaseosas). Las personas con reflujo experimentan con mayor frecuencia flatulencia alta.
Otra causa de flatulencia alta puede ser la ocurrencia de inflamación en el estómago (gastritis). Existen muchas causas de gastritis, siendo la más frecuente la infección por una bacteria llamada "helicobacter pylori". Cuando esta bacteria infecta el estómago, puede producir flatulencia. Esta condición puede ser diagnosticada y precisada por un especialista (gastroenterólogo), el cual puede realizar test diagnósticos y puede indicar un plan de tratamiento.
La única parte donde normalmente se produce gas en el intestino es en el colon (intestino grueso). Esto ocurre por la presencia normal de bacterias del colon que conviven con nosotros desde que nacemos. Son bacterias "buenas" y nos protegen de enfermedades. Sin embargo estas bacterias utilizan como alimento los nutrientes que ingerimos y no son absorbidos por el intestino (desechos). En este proceso, las bacterias generan muchos gases en el colon que no tienen olor (hidrógeno, metano, oxigeno, dióxido de carbono). Una parte de este gas normalmente difunde a la sangre y el resto es eliminado por vía anal (ventosidades anales). Una fracción muy pequeña de estos gases tienen olores desagradables (gases sulfatados) y su presencia e intensidad varía de persona a persona y puede tener relación con el tipo de alimentos ingeridos.
¿Qué síntomas y problemas pueden producir los gases intestinales?
Las personas atribuyen con frecuencia a los gases intestinales sensación de flatulencia, eructos, hinchazón o distensión abdominal con o sin dolor o malestar abdominal. Algunas personas manifiestan eliminar gases de muy mal olor. Si bien todos eliminamos gases intestinales, no todo el mundo percibe esta experiencia como un problema. Los factores que determinan el que constituyan experiencias molestas probablemente está relacionado con el volumen de gas producido por un lado, y la sensibilidad personal a la presencia de gases en el intestino. Algunas personas sienten el paso de gas intestinal (que puede ser de volumen normal) como una sensación molesta o incluso dolorosa.
* Mucho "ruido"
Eructos frecuentes, "ruidos en la tripa", hinchazón abdominal (que puede obligar a aflojarse la ropa) y excesivas ventosidades son los síntomas más frecuentes. Los síntomas y la exploración física hecha por el médico generalmente son suficientes para establecer el diagnóstico.
Cuando se nota mayor distensión del vientre, con dolor más intenso, conviene aplicar calor local (manta eléctrica, etc.) y situar el cuerpo reclinado hacia delante (incluso de rodillas apoyado en los codos). También es conveniente evitar el estreñimiento y hacer ejercicio físico (andar, por ejemplo).
* Eructos
Es normal presentar eructos durante o después de las comidas, y permite eliminar gas de la cavidad gástrica cuando está lleno de alimento. Sin embargo, las personas que presentan eructos en forma excesiva pueden estar tragando mucho aire (aerofagia) y liberando este gas aún antes de que ingrese al estómago. Algunas personas con eructos excesivos pueden tener una enfermedad digestiva como úlceras gástricas, reflujo o problemas de motilidad del estómago.
En cuanto a la eructación excesiva es un síntoma relativamente frecuente que suele corresponder a un mal hábito, generalmente muy arraigado, de deglución crónica de aire. Son personas que, al sentir una tensión epigástrica, intentan aliviarla deglutiendo aire y eructando, pero esta eructación es parcial o no resuelve la sensación de malestar, y el individuo vuelve a deglutir aire, lo que se repite interminablemente. Con frecuencia este problema se asocia con tensión o ansiedad, de modo que, en su inmensa mayoría, estas personas no tienen defectos orgánicos. El tratamiento es difícil. Las personas afectadas no aceptan con facilidad el hecho de que la deglución de aire es la causa del problema y no es fácil que comprendan que no es aire que se produce, sino aire que degluten. Por tanto, éste es un hábito de difícil corrección.
* Gases anales (ventosidades anales, pedos)
Algunas personas manifiestan eliminar demasiados gases anales durante el día. Sin embargo, muchas personas no saben que es normal eliminar 15 a 25 veces gases por el ano diariamente. La eliminación de gasas anales en forma excesiva puede ser debido a enfermedades donde se absorben mal los hidratos de carbono (azúcares), como mala absorción a la lactosa a enfermedad celíaca.
Otras personas sienten que sus gases intestinales son de un mal olor inusitado y anormal. Sin embargo, sólo una mínima parte (menos del 5%) de los gases eliminados por el ano son los responsables del olor poco agradable. Son gases azufrados, y son producidos normalmente por algunas bacterias del colon; algunos alimentos pueden favorecer la producción de gases de mal olor. Ocasionalmente, las personas con algunas enfermedades intestinales (con malabsorción de nutrientes) pueden experimentar deposiciones y gases de muy mal olor.
Puede ser motivo de consulta en dos circunstancias: ventosidades rectales frecuentes, voluminosas o excesivamente malolientes. Estos dos tipos de síntomas se deben interpretar por separado, porque los gases que contribuyen al volumen de las ventosidades rectales se generan en el colon, particularmente hidrógeno, amonio y dióxido de carbono, o provienen del aire deglutido (nitrógeno y anhídrido carbónico), gases que constituyen prácticamente el 100% del volumen y no tienen un olor particular.
Por la vía rectal de los adultos normales pueden pasar entre 400 ml y 2.500 ml de gas, con una frecuencia promedio de 10 ventosidades rectales al día, muchas de las cuales pasan inadvertidas. El análisis de la composición del gas rectal permitiría definir su origen, pero esto es difícil, pues no se dispone de estas técnicas en la clínica habitual.
El gas rectal, especialmente nitrógeno, proviene de la deglución y de las bacterias del intestino grueso y porción terminal del intestino delgado, existiendo un balance entre estos dos procesos. La producción de dióxido de carbono, hidrógeno y metano se verifica a partir de sustratos fermentables, como los hidratos de carbono. Las bacterias consumen estos gases, particularmente el hidrógeno, que se consume en un 90%; en algunas personas cuya flora intestinal es adecuada también se consume un porcentaje del metano.
* Distensión abdominal (hinchazón)
Muchas personas se quejan de hinchazón crónica durante el transcurso del día, lo que atribuyen a acumulación de gas intestinal. Sin embargo, la mayoría de las veces esta sensación de hinchazón no se debe a esta causa, y el gas en el intestino es normal en cantidad y distribución.
Los doctores pensamos que esta sensación de hinchazón es por lo general el resultado de una alteración de la función del intestino, como lo es el colon irritable o intestino irritable. La causa precisa del colon irritable no se conoce, pero es debido a alteraciones de los movimientos del intestino y a una sensibilidad al dolor aumentada del intestino. Estas alteraciones pueden producir la sensación de hinchazón, por una mayor sensibilidad a los gases intestinales. En estos casos, esta sensación se acompaña de dolor o malestar abdominal.
Cualquier enfermedad que cause inflamación u obstrucción intestinal (enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, cáncer de colon, etc.) pueden también producir como manifestación distensión abdominal. Personas con operaciones abdominales previas pueden desarrollar obstrucciones parciales de su intestino y tener estas molestias. El comer muchas alimentos grasos pueden retardar el vaciamiento del estómago y producir hinchazón.
¿Qué exámenes diagnósticos se utilizan?
Ya que los síntomas atribuidos al gas intestinal pueden ocasionalmente ser la manifestación de enfermedades serias, esas causas deben ser descartadas. El doctor realizará un análisis de todos sus antecedentes y síntomas, junto a sus hábitos dietéticos y un examen físico cuidadoso. Si es necesario, le solicitará algunos exámenes generales para descartar algunas enfermedades frecuentes, según sea el caso particular.
Una revisión acuciosa de la dieta, hábitos y estimación del gas eliminado puede ayudar a identificar alimentos específicos que aumentan el problema. Si se sospecha una mala absorción a la lactosa (azúcar de la leche) u otros carbohidratos, el doctor le recomendará eliminar ese nutriente por algunas semanas para evaluar el efecto o solicitará un examen específico para confirmar la existencia de este problema.
¿Cómo se trata la flatulencia y gases intestinales molestos?
Las medidas más efectivas de aliviar total o parcialmente estas molestias consisten en realizar modificaciones en la dieta, cambios en algunos hábitos adquiridos, la utilización de algunos medicamentos e incorporando medidas para disminuir el gas ingerido involuntariamente (aerofagia).
Puntos relevantes a recordar:
* Todos tenemos gas en el tubo digestivo.
* La gente con frecuencia percibe como excesivo, la eliminación normal de gas intestinal (por ano o boca).
* El gas intestinal se origina de dos formas: tragando aire y por la presencia de bacterias en el colon denominadas saprófitas, que normalmente viven ahí sin causar enfermedad, y degradan algunos restos de alimentos ingeridos.
* Muchos alimentos que contienen hidratos de carbono pueden causar gases. Las grasas y proteínas producen menos gas normalmente.
Los alimentos que pueden causar más gas incluyen:
* Leguminosas (especialmente los porotos).
* Verduras, como brocolli, repollo, coliflor, repollitos de Bruselas, cebolla, alcachofa y espárragos.
* Frutas como las manzanas, peras, duraznos (frutas cocidas son menos flatulentas).
* Granos enteros, como trigo (trigo o mote) o salvado.
* Bebidas de fantasía o de fruta sintéticos.
* Leche y productos lácteos, como queso, helados de leche y comidas procesadas con lactosa, si el médico sospecha mala absorción a este azúcar.
* Alimentos que contienen sorbitol, como alimentos dietéticos y chicles, dulces libres de azúcar.
* La mayoría de los alimentos que contienen carbohidratos (azucares) pueden producir gas en el colon. Las grasas y proteínas no generan gas normalmente.
* Azúcares:
Rafinosa: es una azúcar compleja presente especialmente en leguminosas (ej. porotos); pequeñas cantidades están presentes en palmitos, repollos de Bruselas, broccoli, espárragos, otros vegetales y granos enteros.
Fructosa: está presente en cebollas, alcachofas, peras y trigo. Se utiliza para endulzar algunas bebidas y jugos.
Sorbitol: es un azúcar presente en frutas, incluidas manzanas, peras, duraznos, ciruelas. Es utilizado también como un endulzante artificial en muchos alimentos dietéticos, dulces y chicles sin azúcar.
Lactosa: es el principal azúcar de la leche y derivados lácteos. Un porcentaje significativo de la población adulta no absorbe adecuadamente la lactosa y puede experimentar gases anales asociado a distensión abdominal, dolor abdominal y a veces diarrea.
* Almidón: La mayoría de los alimentos ricos en almidón (papas, maíz, tallarines, fideos, trigo) producen gas en el colon ya que son poco absorbidos y son utilizados por bacterias. El arroz es el único grano rico en almidón que no genera gas.
* Fibra: La fibra vegetal es un elemento en la dieta muy importante para mantener un tránsito intestinal normal y evitar la estitiquez. Muchos alimentos contienen fibra vegetales soluble e insoluble. Las fibras solubles se disuelven rápidamente en agua y forman en el intestino un gel blando (como gelatina); la mayoría de las frutas y leguminosas son ricos en fibra soluble. Esta fibra llega al colon y puede generar gas durante su digestión. Por otro lado, la fibra insoluble, pasa por el intestino sin ser mayormente modificada y produce menos gas en el colon. El salvado de trigo y algunos vegetales contienen este tipo de fibra.
Remedios populares (*)
Plantas como el hinojo, el anís, la menta, la manzanilla y el tomillo son de reconocida eficacia por favorecer la digestión y la expulsión de los gases. Algunos fármacos a base de simeticona también pueden ayudar a disminuir las molestias. Se ha de evitar realizar comidas copiosas y muy condimentadas y tomar platos muy grasos como los fritos, los rebozados o las salsas con nata. La pasta ha de estar bien cocida y el pan no debe estar caliente. Las verduras y las legumbres no han de cocinarse con alimentos grasos y, en el caso de las segundas, han de estar en remojo 8 horas o más y romper el hervor a mitad de la cocción. Si aún así las legumbres siguen provocando molestias queda otra alternativa: pasarlas por el pasapurés.
* Consumir papaya como la piña fresca contienen enzimas que contribuyen a completar la digestión y a evitar el gas.
* Quitar el gas a los frijoles mediante una cucharadita de jengibre en polvo que debe ser añadida al agua fría que cubre los frijoles secos. Se pone a hervir y luego se deja descansar durante una hora, se cuela, se enjuaga y luego se cocina los frijoles con agua fresca.
* En cada comida, beber a sorbos jugo de limón diluido o una mezcla de dos cucharaditas de vinagre de sidra de manzana y dos de miel en un vaso de agua.
* Tomar dos semillas de mostaza con un vaso de agua antes del desayuno y luego ir subiendo la cantidad de semillas hasta llegar a 12 por hora. Cuando ya los gases se encuentren bajo control, el número de semillas puede reducirse gradualmente hasta llegar a tomar una o dos al día.
* Para aliviar un ataque de dolor causado por gas, se debe cubrir el abdomen con una bolsa de agua caliente.
* Aplicar en el abdomen una toalla remojada en una mezcla de agua caliente y brandy con una pizca de sal. Este remedio también alivia el dolor de vientre ocasionado por los gases.
* Tomar té de hierbas como cardamomo, manzanilla, canela o clavos de olor que estimulan la digestión, reducen la bacteria que causa putrefacción y mejora la movilidad intestinal.
* Tomar, después de la comida, una taza de una infusión elaborada con un litro de agua hirviendo, ya azucarada, sobre 10 gramos de semillas de hinojo.
* Colocar 1 cucharadita de orégano y hierbaluisa en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar que repose unos 6 minutos. Tomar tras las comidas y no es preciso agregar azúcar, pues el sabor es muy agradable.
* Hervir un manojo de apio en medio litro de agua durante 5 minutos. Tomar 1 taza de esta preparación antes de cada comida.
* Hervir, durante 5 minutos, un manojo de tomillo en medio litro de agua. Beber 1 taza a diario. Si desea, puede añadir 1 cucharadita de miel.
* Tomar media taza de jugo de aloe vera o sábila si, además de gases, se tiene dolor abdominal.
(*) NO SE AUTOMEDIQUE. En todos los casos la primera acción de la persona que sufre de problemas intestinales es acudir a un profesional de la salud.
Fuentes www.gastrouc.cl; www.remediospopulares.com; www.leches-dietas-yotros.es.
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Fuente: fibrodiario.blogspot.com