Medio siglo en el espacio
Hoy, 12 de abril, se cumplen 50 años del primer vuelo espacial tripulado. Un hecho decisivo en la historia de la investigación espacial protagonizado por un gran personaje: Yuri Gagarin. A bordo de la nave Vostok 1, un joven cosmonauta de 27 años lograría realizar uno de los mayores hitos de la astronáutica. Mucho se ha hablado ya sobre su viaje y todo lo que aconteció en él, pero en este día conmemorativo y de celebraciones prefiero hablar de cómo se festejó en sus días este excepcional evento y de todo lo que ocurrió después.
Y es que, realmente, el recibimiento de Gagarin en su país natal fue de unas dimensiones enormes, llegándolo a tratar como a un héroe (monedas, estatuas…). Pero no adelantemos acontecimientos, empecemos por el principio:
Su llegada a la Tierra tras el viaje fue digna de una película. El lugar de aterrizaje de Gagarin no fue el esperado debido a una serie de retrasos, por lo que, en vez de ser recibido por un equipo de rescate, apareció en medio de un campo desolado cercano a Smelovka, un pequeño pueblecito soviético de la región de Sarátov. Allí, una anciana campesina y su nieta vieron cómo aquel ser vestido con un uniforme naranja salía de su extraña nave metálica, originando así la curiosa anécdota que encabeza a modo de cita este artículo. A los pocos minutos, decenas de trabajadores y campesinos sorprendidos acudían ya a ver a Gagarin.
Poco después, un grupo de militares lo localizó y le permitieron ponerse en contacto con sus superiores para que confirmara el completo éxito de la misión. Desde ese momento, el flujo de celebraciones estaba abierto: Desfiles, discursos, viajes… El más espectacular de todos ellos fue, sin duda alguna, el que se celebró el mismo 12 de abril en Moscú, poco después de su llegada:
[FLASH]388[/FLASH]
Este noticiario de propaganda sovietica muestra al primer cosmonauta de la historia, Yuri Gagarin (1934-68), durante su heroico retorno a Moscú el 12 de abril de 1961. Después de pasearse en automovil por distintos lugares de la ciudad, Gagarin fue recibido por Nikita Khrushchev frente a miles de personas en la Plaza Roja.
Pero su logro no sólo se quedó dentro de las fronteras soviéticas, sino que se extendió por todo el mundo, gracias en parte a los viajes que hacía Gagarin a través de todos los continentes, pasando por Londres, París, El Cairo, Nueva Delhi, La Habana… En todos esos lugares, como bien se puede observar en las fotos que he enlazado, la gente aclamaba a Gagarin como uno de los más grandes personajes de la historia, y levantaba la pasión de todo el mundo, incluso de los niños, que lo asediaban para conseguir un autógrafo suyo.
Gagarin, a pesar de que tenía un sentimiento patriótico, siempre abogó por la paz y la cooperación científica mundial en una época tan delicada como la que se estaba viviendo. La colonización espacial era algo que, según él, sólo se lograría gracias a la unión de la humanidad, como bien explicó durante un discurso en Manchester:
"Hay un montón de sitio para todos en el espacio exterior … Yo me imagino el gran día en el que una nave espacial soviética desembarque en la Luna un grupo de científicos, los cuales se unirán a los científicos británicos y estadounidenses que trabajen en los observatorios con el espíritu de cooperación pacífica y la competencia en lugar de pensar en las líneas militares" – Yuri Gagarin
Tras este discurso, el público inundó de aplausos la ciudad al oír un mensaje tan esperanzador en un mundo donde la URSS y los EEUU competían por imponerse el uno sobre el otro.
Pero, al contrario de lo que se pueda pensar al oír estas cosas, la fama no se le subió a la cabeza a Gagarin, que nunca se acabó adaptando a la vida de la fama y mantuvo el espíritu trabajador de su juventud (recordemos que nació en una familia de carpinteros y que antes de decidirse a ser cosmonauta trabajó como obrero metalúrgico).
Él mismo reconoció que quería seguir con su trabajo en vez de retirarse, ya fuera de forma directa (como cosmonauta propiamente dicho) o indirecta (ayudando en la investigación o en la formación de nuevos cosmonautas):
"Todos nosotros proseguimos estudiando. Profundizábamos nuestros conocimientos en cuanto a los vuelos cósmicos. No abandonamos el destacamento de cosmonautas, seguimos trabajando en las aulas y laboratorios, compartiendo las experiencias con los futuros cosmonautas" – Yuri Gagarin
Muchas veces se ha dicho que la URSS eligió al mejor cosmonauta que podrían haber elegido para esta misión. Es cierto. Gagarin cumple a la perfección su papel como personaje icónico: Era muy profesional, tenía un gran espíritu de equipo, siempre tenía una sonrisa en la boca… En definitiva, era alguien ideal para convertirse en uno de esos personajes carismáticos que aparecen de vez en cuando en la historia de la ciencia.
Sin embargo, a pesar de todos los reconocimientos y grandes alabanzas que obtuvo de forma inmediata tras su viaje, Gagarin es olvidado por muchos a día de hoy. ¿Las causas? La difícil situación en la que se veía inmersa el mundo, la Guerra Fría, hizo que se crearan muchos intereses políticos alrededor de la carrera espacial. Y, por ello, cuando los estadounidenses llegaron a la Luna, ensalzaron el logro por encima del de Gagarin y lo tomaron como la victoria definitiva. Dado que Estados Unidos desarrolló una fuerte influencia sobre Europa, es comprensible que la gran hazaña de Armstrong "tapara" en cierto modo a la de Gagarin, cuando en realidad ambos se merecen el mismo reconocimiento. Y es que mezclar la política con la ciencia nunca da buenos resultados.
El legado de Gagarin es indiscutible. Él fue el pionero, el primer hombre en salir a aquél inexplorado lugar, el primero que se maravilló ante la belleza de la Tierra ("pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos").
No quiero terminar este artículo sin dedicarle unos cuantos párrafos a la gente que estuvo detrás de esta gran hazaña: Los científicos, astrofísicos, ingenieros aeronáuticos y todo el personal que lo hizo posible. Dedicarle un día a Yuri Gagarin y olvidarse de todos aquellos que permitieron su subida al espacio es una injusticia que se suele cometer con muchísima frecuencia.
[FLASH]389[/FLASH]
Yury Gagarin nación en el pequeño pueblo de Smolensk Oblast, Rusia (Клушино – Смол́енская о́бласть), cerca de Belarusia. Este pequeño homenaje fue aparentemente postproducido en Armenia (la música de fondo es el himno de ese país que fue parte de la órbita soviética)
Yuri no fue un héroe solitario que salió de la Tierra por sí mismo; sin el trabajo de todos aquellos científicos soviéticos que trabajaban casi a contrarreloj con el objetivo de romper esa frontera que representaba el espacio nada de esto habría ocurrido. Sin ellos, Gagarin no habría salido nunca al espacio y no podríamos estar celebrando esta fecha.
Todos ellos, representados por la cabeza visible de la hazaña, Yuri Gagarin, son un ejemplo magnífico del avance de la ciencia, y por eso hoy celebramos su aniversario.
"Aunque sólo una persona estaba a bordo de la nave espacial, fueron necesarias decenas de miles de personas para que fuera un éxito. Más de 7.000 científicos, trabajadores e ingenieros al igual que ustedes son condecorados por su contribución al éxito del vuelo" – Yuri Gagarin.
Fuentes
– Todas las imágenes y buena parte de los datos proceden en su mayor parte de la magnífica página web Yuriesfera.
– Yuri Gagarin in Manchester.
– Yuri Gagarin – Wikipedia.
Encuentre más del mismo autor en elbustodepalas.blogspot.com. Artículo amparado con licencia Creative Commons reconocimiento 3.0.
Fuente: elbustodepalas.blogspot.com