Los teléfonos inteligentes y la relación de pareja
El uso del teléfono móvil puede provocar, en parejas jóvenes, situaciones de control y de posesión derivadas de los celos, disfrazadas como si fueran una muestra de amor.
A través del móvil hay personas que quieren saber en todo momento dónde y con quién está su pareja, y hay personas que llegan a recibir decenas de mensajes y llamadas en una noche. Además de querer controlar a la otra persona, se pretende llamar su atención, y se toma en cuenta la utilización del correo electrónico para esta misma función.
Si consideramos que la popularidad de los teléfonos inteligentes se debe en gran medida a un efecto mercadológico, no menos cierto es que la constante revolución tecnológica contribuye a su desarrollo.
Por ejemplo, descargando una simple aplicación llamada DateCheck, podemos desenmascarar situaciones de pareja. Dicha aplicación para el teléfono celular de Apple, el iPhone, que ofrece a los desconfiados o decepcionados por las relaciones amorosas, conocer todo de sus amantes o futuras parejas, fue presentada en California, en el oeste de Estados Unidos.
El programa, presentado a finales del año pasado en California, fue concebido por la empresa estadounidense Intelius, especializada en la recogida de datos para personas o empresas.
Con un simple apellido o número de teléfono, los usuarios de DateCheck pueden bucear en la gigantesca base de datos de Intelius para saber si su cita olvidó mencionar un pasado criminal o su condición de hombre o mujer casada, por ejemplo. La búsqueda es gratuita, aunque los análisis más profundos pueden costar hasta 40 dólares. Puede revelar mediante una dirección si una persona vive sola, y averiguar la ubicación y el precio de su domicilio.
DateCheck investiga también las principales redes sociales de Internet, como Facebook, Myspace o Flickr, y brinda un resumen de lo que hace la persona observada, proporcionando enlaces a sus páginas personales.
¿Cómo lo hacías antes?
En la década de 1980, se utilizaba escribir cartas a mano. En los '90 empezamos a usar el correo electrónico porque es más fácil e inmediato. En esta década, las comunicaciones son cada vez más cortas y se hacen circular mayormente a través de Facebook, Twitter o mediante mensajes de texto. Todo eso es muy bueno, incluso adictivo, pero impersonal.
Una de las aplicaciones más fuertes que ha tenido el teléfono celular, además de la comunicación móvil, es el acceso a internet móvil, como si se estuviera frente a una PC.
Veremos algunas situaciones en las que vemos uso indebido de los móviles inteligentes:
• En el restaurante, vemos aquella persona que escribe por el teléfono mientras que su acompañante, mira el techo estúpidamente esperando que se le ocurra terminar.
• En el cine o teatro, gente demasiado "ocupada" como para no apagar su celular antes de entrar a la función y justo en la escena más importante de la película o de la obra suena su celular, o el sonido de una conversación entrante, y la mayoría de las veces con timbre simpático, y no contento con desviar la atención de los presentes, todavía tiene el descaro de contestar la llamada con voz en tono normal o ponerse a chatear.
• En el vehículo, así como está comprobado que mezclar alcohol con volante es peligroso, mezclar celular con volante también lo es; y es que normalmente una persona que maneja mientras habla por su celular, sin el accesorio de manos libres, pierde el sentido de la atención y empieza a frenar cuando no debe, dar acelerones, etc. La próxima vez que manejen y noten que el vehículo de adelante empieza a hacer algunas maniobras extrañas, notarán que por lo general ese conductor se encuentra hablando o en su defecto escribiendo por el celular.
Móviles e internet
A medida que crece el mercado de móviles inteligentes y la posibilidad de conexión en la red, más impersonales se hacen las relaciones.
Vemos como hoy se sustituye una llamada para escuchar la voz de tu pareja, por escribirle un texto en un mensaje. No podemos negar que hay situaciones en las que utilizas esos medios para tomar ventaja, por ejemplo, si escribes en la agenda de tu móvil el día de aniversario de bodas o cumpleaños y le das repetir cada año, ya no tendrás el dolor de cabeza de olvidar llamar para felicitar. Aplicando las redes sociales a tu móvil, hoy en día solo tienes que sincronizar y te llega toda la información en unos cuantos segundos.
Si hablamos de privacidad, es otro tema bien complicado, que no se resuelve poniéndole un privacy (protector angular de lectura de pantalla) o diciéndole a tu pareja: "Si suena no lo levantes" o poniéndole contraseña a cada aplicación; si elegiste esa pareja debe haber confianza en todo, pero no abuses.
Pienso que a medida que nuestra vida de pareja depende de un aparatito de 7.5 x 7 cm. (2 x 3 pulgadas), estaremos contribuyendo al franco deterioro de las relaciones interpersonales.
Fuente: Ing. Danny Lantigua – rexpuestasenlared.com