El Caribe y Centroamérica son dos mercados de gran complejidad
La semana pasada tuvimos la oportunidad de participar en Caricam 2010, evento que se centra en Centroamérica y el Caribe. Hacer negocios en estas dos regiones no es tarea sencilla, pues sólo en el Caribe encontramos 31 mercados de telecomunicaciones con múltiples idiomas y realidades regulatorias, económicas, sociales y demográficas. A pesar de la gran cantidad de mercados y realidades, se pueden rescatar situaciones comunes, como por ejemplo los servicios de roaming regionales. Centroamérica también es un mundo en sí mismo, a pesar de que las diferencias entre mercados son menores, entre otras cosas porque, por lo menos, un idioma domina esa región.
Y es que la combinación de ambas regiones se presenta como compleja para operadores locales o para las empresas que ofrecen sus productos y servicios de telecomunicaciones. Para los operadores locales la batalla es dura cuando en sus mercados hay operadores internacionales. Puerto Rico por ejemplo, donde se celebraba el evento, cuenta con una densidad importante de cuatro millones de habitantes, y sin embargo deben convivir operadores locales como Open Mobile con grandes multinacionales como AT&T, Sprint o T-Mobile. Ejecutivos de Open Mobile aseguraban que pueden competir creando esquemas innovadores más dignos de un MVNO que de un MNO. Aún así, a pesar de su auto defensa, la rentabilidad de este tipo de empresas se ve en peligro debido al potencial de los operadores contra los que compiten, que aprovechan sus mayores volúmenes de compra para obtener mejores precios.
Para las empresas proveedoras destinar recursos al Caribe o Centroamérica supone un desgaste elevado por tener que tratar con muchos mercados que generan un volumen de negocio muy inferior al que obtienen de atacar a otros mercados de Latinoamérica. De todos modos, es sabido que operadores con volúmenes bajos suelen tardar más tiempo en ser atendidos por los proveedores de infraestructura y servicios.
Aún así, la presencia de operadores como Digicel ha dinamizado mucho el Caribe gracias a su expansión por esta región, generando un competencia feroz con Cable & Wireless (C&W). La competencia entre estos dos operadores ha sido vital para que el Caribe no quede en promedio muy rezagado con respecto al resto del mundo. Y es que no hay que dejarse engañar. En esta región ha habido una amplia variedad de opciones celulares, ya que muchos operadores llegaron a desplegar dos redes, una GSM y otra CDMA2000, para incrementar sus ingresos con el roaming procedente de turistas europeos y norteamericanos, y no necesariamente para satisfacer una demanda local por acceso a servicios de telecomunicaciones.
Caricam 2010 presentó algunos de los principales retos de Centroamérica y el Caribe, como la regulación del mercado, la adopción de los servicios de datos que en muchos casos supone el primer acceso a datos de los ciudadanos de estas regiones, e incrementar el acceso de estos servicios a la mayoría de la población. Retos que no dejan de replicar lo vivido en otros mercados del mundo con la diferencia de que las dificultades inherentes de estos mercados, por los factores antes mencionados, condicionan las inversiones en materia de telecomunicaciones y retrasan su maduración.
Me llamó la atención la apuesta por la energía solar de Orange Dominicana, que dice contar con 100 antenas que utilizan esta fuente de energía. Jean Marc Harion, CEO de Orange Dominicana, dijo en su presentación que para 2020 el operador espera contar con el 25 por ciento de sus antenas conectadas a paneles de energía solar. Ahí queda ese dato para el que recuerde dentro de una década pueda recordarle la promesa a Harion.
Fuente: Rafael A. Junquera – telesemana.com