Ciencia

¿Extraterrestres o el trineo de Santa Claus a destiempo?

Los astrónomos del frente de batalla en el Observatorio Paranal de ESO tuvieron una sorpresa en la mañana del 18 de diciembre mientras miraban a la cámara de observación total del cielo, MASCOT. Durante unos 45 minutos temprano en la mañana, un objeto apareció primero como una cinta brillante y luego como una nube que se disolvía.

El descubrimiento lo hizo, poco después de las cuatro de la madrugada (7:00 GMT), Christian Esparza, el operador de Antu, la primera Unidad Telescopio (UT1) del Telescopio Muy Grande de ESO, quien se la mostró al astrónomo de ESO Thomas Rivinius. Cuando miró a MASCOT [1], Esparza quedó sorprendido por la presencia de un objeto nebuloso.

«Salí al exterior del edificio para asegurarme de que no era un efecto óptico», dijo Rivinius. «En el momento en que lo vi, ya había tomado la apariencia de una nube. De hecho, era tan grande y tan brillante como la Gran Nube de Magallanes».

Habiéndose convencido de que no era una falla de la cámara, los astrónomos iniciaron una auténtica pesquisa detectivesca para intentar descubrir qué era el objeto. El especialista en cometas de ESO, Emmanuel Jehin, estableció rápidamente que no podía ser ni un meteoro ni un cometa. Se estaba moviendo demasiado lentamente como para ser un meteoro (un objeto de ese tipo puede verse en la ESO PR Foto 48b/06 como una línea huidiza y tenue) o como para que se tratara de la Estación Espacial Internacional (ISS). Más aún, no se sabía de ningún otro satélite que fuera a pasar en esos momentos sobre el Cerro Paranal, en el desierto de Atacama. ¿Y por qué habrían la ISS o un satélite de cambiar súbitamente de forma desde un punto brillante hasta llegar a ser una nube?

Luego, mirando en el sitio Web Night Sky Live (Cielo Nocturno en Vivo), los astrónomos descubrieron que el mismo fenómeno había sido observado con la cámara de cielo total localizada en el emplazamiento Géminis Sur en Cerro Pachón, también en Chile y a unos 600 kilómetros al sur de Paranal. Utilizando estas observaciones y una simple técnica de triangulación que se usa, por ejemplo, en las prospecciones de tierras, fue posible medir la distancia al objeto. Parecía que el mismo había estado a unos 6 000 kilómetros de altitud cuando fue localizado por primera vez, y a aproximadamente al doble de distancia en las últimas imágenes. ¡El objeto se alejaba de la Tierra a una velocidad tremenda!.

Very Large Telescope en Paranal, Chile

Dada una distancia tan cercana, parecía improbable que fuera un objeto astronómico, y la única posibilidad que quedaba para los científicos era considerar que era un cohete que había sido lanzado. Y, ¡eureka!, se descubrió rápidamente que esa misma mañana, aproximadamente una hora antes de que el objeto hubiera sido visto desde Paranal, la Agencia de Exploración Espacial Japonesa (JAXA) había lanzado un cohete H-IIA transportando el satélite de prueba de ingeniería KIKU No. 8 (ETS-VIII), uno de los satélites geoestacionarios más grandes del mundo.

El lanzamiento se llevó a cabo desde el Centro Espacial Tanegashima a las 3:32 p.m. del 18 de diciembre de 2006, Tiempo Estándar de Japón (es decir, las 3:32 a.m. hora de Chile, o las 6:32 GMT). El vehículo partió normalmente, y 27 minutos y 37 segundos después del despegue, se confirmó la separación del KIKU No. 8. La estación de Santiago (Chile) comenzó a recibir las señales de KIKU No. 8 a las 4:27 a.m., hora de Chile.

Al fin, el misterio había sido resuelto: muy probablemente el objeto había sido la segunda etapa del lanzador y la apariencia nubosa al final de la secuencia era casi seguramente una liberación de combustible líquido, realizada para evitar la desintegración del cohete en cientos de trozos dispersos, como resultado de un remanente de combustible dentro de las etapas consumidas del cohete. Habiendo descifrado el problema junto con sus colegas, Thomas Rivinius pudo finalmente irse a dormir.

NOTAS:

[1].- MASCOT es el monitor de cielo total del Observatorio Paranal. Proporciona, cada tres minutos, imágenes de la totalidad del cielo nocturno, principalmente para permitir la detección de nubes.

Traducido para Astroseti.org por Heber Rizzo Baladán

Fuente: Comunicado de Prensa ESO PR Photo 48/06 – astroseti.org

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Fuente: Comunicado de Prensa ESO PR Photo 48/06 – astroseti.org (citado en comunicadosytecnologia.net)

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