«Ver» con la lengua
Sicentific American se hace eco de la salida al mercado de un dispositivo que permite a los ciegos tener cierta conciencia de su entorno visual. El producto consiste en una "piruleta" con 20×20 electrodos que se coloca sobre la lengua. El dispositivo se basa en una primera demostración de la idea hecha en 2003 por Wicab, una compañía de Middleton (EEUU).
El sistema se llama BrainPort y trata, en la medida de lo posible, suplir la información visual que los dos millones de nervios ópticos transmiten al cerebro. Nuestros ojos no ven, en realidad envían la información al cerebro y éste la interpreta en forma de imágenes. Si los ojos o los nervios están dañados entonces no llega tal información y el cerebro no puede elaborar imágenes. Por eso se pensó en el pasado en el implante de electrodos directamente en la región visual del cerebro (córtex visual) de los invidentes, pero esta técnica es muy invasiva.
En su lugar, este nuevo producto comercial usa los nervios de la lengua para transmitir la información al cerebro. Sobre la lengua se coloca una placa de nueve centímetros cuadrados sobre la que hay una matriz de 400 electrodos que estimulan la lengua, "proyectando" una imagen de 20×20 píxeles. Esta matriz crea un patrón de estimulación eléctrica basado en la imagen, procesada por una CPU, que envía una cámara situada en la montura de unas gafas que porta el invidente. El sistema tiene un mando que permite al usuario controlar el "brillo" de la imagen o hacer zoom. La imagen es en blanco y negro que es traducida a la presencia o no de estimulación eléctrica.
La "piruleta" tiene 20×20 electrodos |
Debido a la humedad reinante en la boca el contacto eléctrico es muy bueno y además la lengua es bastante sensible a la electricidad. Como la lengua tiene nervios que envían información al cerebro parece un buen lugar para realizar esta idea.
Después de unos 15 minutos usando este aparato, un ciego puede ya interpretar parte de la información espacial que le rodea. Como cualquier otra cosa hay que aprender a usarlo, aunque al principio sea un poco extraño para el usuario, con una sensación en la lengua similar a la que se tiene cuando se bebe una bebida carbonatada.
Sin embargo, los pacientes aprenden a usarlo rápidamente y al poco son capaces de encontrar las puertas, leer letras y números, agarrar tazas de café o usar cubiertos a la hora de comer.
William Seiple, director de investigación de la ONG Lighthouse International, cuenta cómo un individuo comenzó a llorar de emoción la primara vez que "vio" una letra con este dispositivo. Muchas de las personas que se quedan ciegas están desesperadas por volver a tener visión. Según el NIH norteamericano hay al menos un millón de estadounidenses de más de 40 años legalmente ciegos.
Se espera que BrainPort se venda a finales de este año a unos 10.000 dólares la unidad.
Los investigadores no saben todavía si la información es transmitida al córtex visual o al córtex somatosensorial, que es donde se interpretan los datos táctiles. Habrá que hacer estudios al respecto. Tampoco se aclara qué pasa con las personas que ya nacieron ciegas o se quedaron ciegas a corta edad.
Es de suponer que en el futuro se vaya perfeccionando este sistema.
Imagen principal: Una supuesta invidente usando BrainPort.
Fuentes y fotos: Scientific American, número de octubre de la edición de EE.UU. de A.
Fuente: neofronteras.com