Ensayos de divulgación científica… Uno busca lleno de esperanzas
Uno busca lleno de esperanzas… A sí comienza el famoso tango "Uno" de Enrique Santos Discépolo y aunque el autor ni siquiera lo sospechaba cuando lo escribió; hoy su tango, así como tantos otros, sirve para aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
"Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina". Precisamente, la lucha cruel de sus pacientes de Parkinson y la fe empecinada en encontrarle un alivio llevó a las investigadoras, de la Universidad de Washington, Earhart y Hackney a estudiar una terapia basada en el baile del tango.
Esta enfermedad debe su nombre al médico británico James Parkinson quien fue el primero en describirla. Se caracteriza por la pérdida de neuronas de una región específica del cerebro (sustancia negra) lo que ocasiona los típicos temblores como síntoma más visible, aunque también los pacientes sufren de rigidez muscular y falta de equilibrio. Es asociada con personas mayores, aunque hay casos de Parkinson juvenil.
Las neuronas, células cerebrales encargadas de transmitir información entre ellas y también a otras células del cuerpo como las fibras musculares, permiten al organismo cumplir con sus funciones motoras. Una de las características principales de las neuronas es que, una vez alcanzada la madurez, no se dividen como el resto de las células del cuerpo; es decir que al morir no pueden ser reemplazadas, como sucede con las células de la piel, por ejemplo.
Las ubicadas en la sustancia negra del cerebro tienen como función producir dopamina, hormona necesaria para el control de los movimientos y la transmisión del "mensaje" entre células. En los pacientes con Parkinson, estas neuronas mueren antes de tiempo y cuando lo ha hecho alrededor del 50% comienzan a observarse los temblores.
Las causas de esta enfermedad no son muy conocidas todavía, pero hay fuertes indicios que podría tener un componente heredable (genético), ya que existen más probabilidades de encontrarla en individuos en cuya familia se ha desarrollado.
Un grupo de científicos vascos, apoyados por colaboradores españoles y extranjeros, lograron identificar un gen al que bautizaron "dardarina" (vocablo que deriva de "dardara" que en vasco significa temblor) y lleva las instrucciones para producir una proteína que, se sospecha, está implicada en varias enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
Existen ciertos factores ambientales, tales como la exposición a herbicidas y plaguicidas, que sumados a la "predisposición genética", es decir la posibilidad que se active algún gen implicado en la enfermedad, pueden conducir al desarrollo del Parkinson.
La enfermedad no tiene un diagnóstico preciso. La historia clínica y familiar ayudan, pero no existen análisis clínicos que permitan detectarla. Su diagnóstico final se apoya en la experiencia del médico tratante. Cuando se ha confirmado su presencia, el tratamiento es paliativo y está basado en controlar los síntomas con fármacos que compensan la falta de dopamina combinados con tratamientos adecuados contra la depresión que suele manifestarse asociada a esta enfermedad. Existen terapias adicionales como la fisioterapia destinada a mejorar la flexibilidad y evitar el agarrotamiento y ahora, la "tangoterapia".
En la investigación realizada por Earhart y Hackney, se demostró que el tango mejora el equilibrio y la movilidad. Después de 20 sesiones, los pacientes participantes del estudio mostraron menos agarrotamiento y mejor equilibrio que los que habían recibido clases de gimnasia y presentaron mejor puntuación en la prueba "levantarse y andar" que consiste en caminar, desde una silla, una distancia corta ida y vuelta.
Las realizadoras del experimento creen que el tango puede mejorar la movilidad funcional debido a sus particulares características porque trabaja el equilibrio dinámico, el inicio del movimiento y la marcha, giros, diferentes velocidades y pasos hacia atrás. Dicen que la "tangoterapia" puede repercutir en mejorar la calidad de vida del paciente pero que necesitan estudios más amplios para confirmar los resultados de este trabajo.
Ya sabíamos los argentinos que el 2×4 era mucho más que un derroche de gracia y sensualidad.
Bibliografía y fuentes de información:
– Barba, R. y A. Valenzuela (2005) Parkinson. Documento del diario El Mundo.
– Brown, S. y L. Parsons (2008) Neurociencia de la danza. Investigación y ciencia 384: 84-89.
– Hackney, M.E, S. Kantorovich, R. Levin y G.M Earhart (2007) Effects of tango on functional mobility in Parkinson's disease: A Preliminary Study. Journal of Neurological Physical Therapy, Vol. 31, December 2007.
– Miller, B. (2008) Tango improves balance, mobility in patients with Parkinson's disease.
Ing. María Fabiana Malacarne (cordo28 AT hotmail.com) / Gaceta Botica Nro.5.
Fuente: Ing. María Fabiana Malacarne – Botica