Disfonía
¿Qué es?
Disfonía es la pérdida del timbre normal de la voz por trastorno funcional u orgánico de la laringe. Esta alteración, puede manifestarse a cualquier edad desde que se inicia la producción de sonidos. El sonido generador de la voz se origina por la vibración de las cuerdas vocales, situadas en la laringe. Esta vibración se produce a su vez, por el paso de un flujo aéreo proveniente de los pulmones, que origina modificaciones de presión sobre el espacio situado entre ambas cuerdas vocales. Una vez que el sonido es originado por las cuerdas vocales, éste puede ser modulado por los espacios aéreos situados en la laringe supraglótica y ororinofaringe, que denominamos cavidades de resonancia.
La afonía es la alteración máxima de la disfonía, es la pérdida total de la voz.
¿A quién afecta y cuáles son sus causas?
El sonido emitido por el niño desde el nacimiento, puede ser alterado en ocasiones, por algunas malformaciones laríngeas o trastornos neurológicos. La vocalización prelingüística del niño normal, se produce a través de la creación de sonidos entre las 6 y 8 semanas de vida, que semejan las vocales. A los 9 meses, el niño ha aprendido la entonación de la madre y produce palabras. A lo largo de este período de tiempo, podemos diagnosticar algunas alteraciones laríngeas que pueden modificar la producción de los sonidos. Se trata fundamentalmente de malformaciones congénitas como las membranas laríngeas, angiomas o alguna otra alteración más infrecuente.
En edades más avanzadas, pueden aparecer papilomas laríngeos, originados por una infección viral. Cuando el niño ya habla, pueden empezar a presentarse alteraciones relacionadas en la mayoría de los casos por hiperfunción vocal, y de ellas la más frecuente es constituida por los nódulos de las cuerdas vocales. El tratamiento de esta patología en la infancia se limita a enseñar al niño a evitar forzar la voz, complementando ésto en la preadolescencia con rehabilitación foniátrica.
Una forma de disfonía fisiológica es el cambio de voz que se produce en varón adolescente. Esta puberfonía, aparece a una edad inconstante entre los 15 y 18 años. En el caso de persistir no obstante más allá de esta edad una voz infantil, debe realizarse una valoración por el especialista, para descartar la existencia de una patología laríngea que condicione la ausencia de mutación de la voz.
En el adulto, la mayoría de las disfonías, son causadas por hiperfunción vocal. Consultan más frecuentemente las mujeres que los hombres, relacionándose con el esfuerzo o abuso vocal, los profesionales de la voz son los que lo hacen más precozmente, siendo los profesores escolares el grupo más afectado. Esta hiperfunción, es origen de patologías como los nódulos de cuerdas vocales, los pólipos o el edema de cuerda vocal. Es siempre importante descartar una lesión neoplásica, muy especialmente en pacientes con hábito tabáquico.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de los nódulos y el edema de cuerdas vocales, consiste en llevar a cabo rehabilitación foniátrica y en caso de persistir, completar ésta con la extirpación microquirúrgica.
En el caso del pólipo de cuerda vocal, el tratamiento fundamental es la exéresis quirúrgica y posterior rehabilitación foniátrica.
Asociándose en ocasiones con patología digestiva y principalmente reflujo gastroesofágico, podemos apreciar en ocasiones la existencia de un granuloma o una úlcera de contacto en el tercio posterior de las cuerdas vocales. En estos casos, el tratamiento inicial de rehabilitación foniátrica, se asocia con tratamiento médico y postural antirreflujo.
Además de la hiperfunción vocal, también puede originarse la disfonía en un trastorno neurológico de la laringe, como puede ser en la disfonía espástica que se caracteriza por espasmos de la voz que impiden el flujo vocal regular, en el Parkinson, o la miastenia gravis entre otras.
Dentro de las alteraciones endocrinológicas responsables de una alteración de las cuerdas vocales y por tanto de la presencia de una disfonía, cabe destacar el mixedema del hipotiroidismo o los cambios producidos en el climaterio.
También los procesos infecciosos pueden originar una disfonía. De ellos, el más frecuente es la laringitis, de causa frecuentemente viral y cuyo tratamiento únicamente requiere reposo de voz y en ocasiones antiinflamatorios. Entre cuadros infecciosos más específicos, causantes de patología vocal, cabe señalar la tuberculosis, o las infecciones por papilomavirus comunes también a los niños.
Finalmente, la exploración física de obligada realización en toda disfonía recidivante o que se prolongue más allá de 15 días y sobretodo si existe hábito tabáquico, puede mostrar la existencia de una tumoración de cuerda vocal. El tratamiento en este caso está condicionada por la extensión propia del proceso neoplásico.
Autor: Dr. Juan Manuel Alcalde Navarrete. Especialista en Otorrinolaringología. Consultor, Departamento de Otorrinolaringología, CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA.
NdE
Disfonía (de wikipedia.org)
Disfonía es el nombre que recibe todo trastorno de la voz cuando se altera la calidad de ésta en cualquier grado exceptuando el total, en cuyo caso se denomina afonía. Las disfonías pueden ser de varios tipos según su etiología y manifestaciones clínicas.
Clasificación de las disfonías
Disfonías funcionales
Son causadas por un abuso vocal (sobreesfuerzo), por una mala técnica vocal, o por ambas causas.
– Disfonías funcionales simples: Sin complicación laríngea.
– Disfonías funcionales complicadas: Nódulos, seudoquiste seroso, edema fusiforme, edema crónico, pólipos, quiste mucoso de retención, hemorragia submucosa, úlcera aritenoidea.
Formas particulares de disfonías funcionales:
Disfonía infantil, alteraciones de la muda vocal, disfonía del cantante (disodea), monocorditis vasomotora, voz de bandas ventriculares, disfonías psicógenas por inhibición, disfonías espasmódicas, alteraciones vocales en la patología psiquiátrica.
Causas más comunes
Laringitis aguda. Es la causa más frecuente de disfonía. Está asociada a infecciones respiratorias agudas y es autolimitada.
Laringitis crónica. Generalmente se relaciona con uno o varios irritantes: tabaco, ambientes laborales contaminados, infecciones respiratorias repetidas, tos prolongada, uso de medicación inhalada, etc.
Lesiones benignas de las cuerdas vocales:
– El edema de Reinke es producido por acumulo de material mucoide en el espacio de Reinke como resultado de irritación crónica e inflamación; es más frecuente en mujeres y se relaciona con el abuso de voz y el consumo de tabaco
– Los nódulos vocales suelen ser el resultado del abuso de la voz y de factores psicológicos. Otras causas que pueden tener un papel en su etiología son: infecciones, alergias y reflujo
– Los pólipos se relacionan con irritación crónica de las cuerdas vocales por tabaco o abuso de la voz o reflujo.
– Disfunciones neurológicas. Múltiples enfermedades neurológicas pueden producir disfonía por disfunción o parálisis unilateral o bilateral de las cuerdas vocales que pueden relacionarse con: enfermedades malignas, iatrogenia quirúrgica, trauma, esclerosis múltiple, parálisis pseudobulbar, enfermedad de Parkinson, etc.
– Enfermedades sistémicas. La amiloidosis laríngea, las enfermedades autoinmunes con afectación articular (artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, – Enfermedad de Sjögren y el hipotiroidismo.
– Lesiones malignas. El cáncer de laringe se relaciona con el consumo de tabaco (mayor exposición, mayor riesgo) y con el alcohol[3]
Tratamiento rehabilitador de la voz. Para esto se debe de conocer:
– La etiología de la disfonía.
– Su mecanismo de producción-patogenia.
– Las características personales y anímicas del paciente, y sus circunstancias de salud.
Y a partir de ello, diseñar un protocolo de trabajo que será exclusivo para cada paciente, pero suficientemente elástico para introducir cambios. La reeducación vocal en una disfonía tendrá como objetivo reordenar la fisiología alterada.
Ello puede hacerse:
Reeducando el círculo vicioso del sobreesfuerzo vocal.
– Poniendo en marcha técnicas que ayuden a compensar los déficit orgánicos, favoreciendo una mejor dinámica vocal.
– Informando al paciente de la naturaleza de sus dificultades vocales, ayudándole a explorar y experimentar sus posibilidades vocales reales.
En la primera fase de entrenamiento, es importante: analizar con exactitud las actitudes vocales, los movimientos a realizar, las sensaciones a percibir. En la fase de uso, lo esencial es darse cuenta de cuando se usa un mecanismo de esfuerzo o erróneo, y darse tiempo para corregirlo.
Fuente: cun.es