Minireactores nucleares seguros
Con el cambio climático pisándonos los talones y las energías alternativas aún sin desarrollar hay gente que ha vuelto la vista a la energía nuclear. Aunque no es un recurso sostenible hay reservas de uranio para mucho tiempo, luego el torio podría reemplazarlo y más allá la fusión nuclear tomaría el relevo. Incluso gente libre de sospecha apoya la energía nuclear. Uno de ellos es James Lovelock que, alarmado por el problema que se nos avecina, apoya sin reservas esta forma de energía.
Si congeláramos el dióxido de carbono producido en un año debido a las emisiones humanas se podría formar una montaña de 1,5 km de alto por 20 km de circunferencia. El sueño de tratar de "secuestrarlo" geológicamente se antoja, bajo estos números, poco más o menos que imposible. Si esa misma energía se generara nuclearmente entonces los residuos resultantes ocuparían un cubo de 16 metros de lado. Esta comparación favorece a la energía nuclear.
Esquema del reactor. Foto: Hyperion |
Pero el recuerdo de Chernobyl pesa como una losa en la opinión pública (pese a que no murió tanta gente como se cree). Los diseños de grandes centrales nucleares tienen un problema, si falla la refrigeración el reactor guarda tanto calor (aunque se haya parado la reacción) que es capaz de fundirse y producir un desastre. Una solución a este problema es diseñar reactores nucleares lo suficientemente pequeños para que disipen por sí solos el calor sobrante y que incluso carezcan de barras de control. Como la cantidad de uranio es pequeña la densidad de neutrones necesaria para mantener la reacción se consigue con reflectores de neutrones exteriores al núcleo del mismo.
Estos pequeños reactores fueron diseñados por Otis Peterson y otros científicos en Los Alamos National Laboratory en New Mexico (EEUU) hace tiempo.
Ahora esta tecnología va a ser desarrollada y comercializada por Hyperion Power Generation, que recientemente anunció haber aceptado un primer pedido. Pretende comenzar la producción en masa en 5 años. Según el jefe ejecutivo de esta compañía, John Deal, el objetivo es generar electricidad a 10 céntimos de dólar el kWh en cualquier parte del mundo. Cada miniplanta nuclear cuesta 25 millones de dólares que para una comunidad de 10.000 propietarios supondría un gasto de 2500 para cada uno. Cada reactor tiene un tamaño 1,5 metros y puede llegar a proporcionar energía a 22.000 hogares.
Debido a su tamaño estas minicentrales pueden ensamblarse rápidamente y transportarse en camión, tren o barco a sitios remotos. Suponen una alternativa a las plantas nucleares tradicionales que son grandes, caras y lentas de construir (se tarda unos 10 años). Además las grandes centrales nucleares no cubren las necesidades de pequeñas comunidades. Sin embargo estas minicentrales funcionan como módulos que pueden juntarse y así producir energía para ciudades más grandes de tamaño arbitrario.
Lo más interesante del diseño de estos minirreactores es que carecen de partes móviles, no necesitan abrirse y, sobre todo, nunca llegan a nivel supercrítico, con el peligro de fusión del núcleo que eso supone. Esto quiere decir que serían mucho más seguros que los de las centrales nucleares tradicionales. Según Deal un evento tipo Chernobyl nunca se podría dar con este tipo de reactores.
Además la idea es enterrar estos reactores para así garantizar la seguridad en caso de usos ilegítimos o terroristas. El material del interior (al igual que el de las centrales tradicionales) tampoco serviría para fabricar armas nucleares, pues se necesitarían los recursos de una nación para enriquecer el uranio de su interior.
El minirreactor necesitaría ser recargado después de 7 ó 10 años de funcionamiento. Al cabo de cinco años de funcionamiento se generan residuos nucleares con un tamaño ligeramente mayor que una pelota de baseball que además podrían reciclarse. Aunque este punto de los residuos es siempre controvertido.
Hyperion tiene ya 100 pedidos, principalmente de industrias petroleras y de electricidad. El primer pedido, de seis módulos y opcionalmente doce, es para una compañía checa de infraestructuras especializada en centrales energéticas. Los minirreactores de este pedido se instalarían en Rumanía.
Hyperion planea construir tres factorías de montaje que construirían 4000 minirreactores entre 2013 y 2023. Esta compañía cree que los beneficios potenciales serían importantes, así por ejemplo se podría proporcionar energía para lugares remotos, agua potable para muchas regiones deficitarias y otros beneficios que combatan la pobreza, la enfermedad o los disturbios sociales en los países en vías de desarrollo.
De momento la Comisión de Regulación Nuclear Norteamericana (NRC) no ha aprobado la comercialización de este sistema y está esperando los estudios técnicos para tomar una decisión. Debido al diseño único de este tipo de minirreactores el veredicto se demorará más de lo normal.
Otras compañías también trabajan en este tipo de minirreactores. Toshiba ha probado uno, el Toshiba 4S (Super Safe, Small and Simple), de 200.000 vatios y 6×2 metros capaz de proporcionar energía a unos 5 ó 13 centavos el kWh durante 30 a 40 años, aunque para un número más reducido de viviendas.
Ya se verá en qué queda todo esto de los minirreactores. La idea de tener miles de reactores diseminados sin control por todas partes no parece muy atractiva. Tampoco parece que a las compañías eléctricas les gusten este tipo de sistemas no centralizados, y por tanto independientes, de producción de energía. Los problemas políticos, por otra parte, tampoco son pocos y hay sectores como el de los verdes que se oponen a todo lo suene a nuclear.
Un factor importante, independiente del cambio climático, que siempre se ignora en este tipo de cuestiones es que el ser humano ha alterado y destruido brutalmente el medio natural gracias a la gran disponibilidad de energía barata. ¿Qué haríamos en esas regiones "remotas" con un suministro de energía casi inagotable?
Fuentes y referencias:
Web de Hyperion.
Noticia en The Guardian.
Toshiba 4S em Wikipedia.
Fuente: neofronteras.com