El mapa del terrorismo en el mundo
De todos los productos de la maravillosa y compleja mente humana, quizá el más peligroso sea la Verdad Absoluta. Los cerebros afectados de este mal sólo ven en blanco y negro; su lado es el blanco total, y el resto del mundo es negro, o en el mejor de los casos el más oscuro gris: Su enemigo y los indiferentes representan la más completa maldad.
Así, los poseedores de la Verdad saben, con total certeza, que todo lo que hagan estará justificado; que cualquier acción por salvaje, autodestructiva o incomprensible que parezca podrá explicarse e incluso defenderse. Quien tiene de su lado la Verdad Absoluta puede cometer las mayores atrocidades contra los más indefensos blancos, incluso en contra de los instintos más arraigados que la evolución ha instalado en nuestros cerebros, como la protección a los niños o la incapacidad de hacer daño a quien no se defiende.
El terrorismo, esa aberrante táctica que consiste en intentar forzar la voluntad de la mayoría creando una sensación de terror indiscriminado, se basa en que sus practicantes están en posesión de algún tipo de Verdad Absoluta que les faculta para justificar cualquier carnicería, por salvajes que sean sus efectos.
Da igual que esta Verdad sea de carácter político, étnico o religioso (en muchas ocasiones es una mezcla de los tres), el resultado final es el mismo: cuerpos mutilados de personas inocentes, cuantos más, mejor. El verdadero terror no se consigue atacando a soldados o policías, sino matando a mujeres, niños, mayores y personas normales e indefensas, sin aviso previo, sin aparente razón, sin más objetivo que sembrar el miedo y provocar una reacción desmedida de la sociedad atacada.
Sufrimiento similar
Quienes utilizan esta táctica pretenden que sus víctimas enloquezcan como ellos, que descubran su propia Verdad Absoluta y sobrepasen los límites de la decencia en su respuesta. Los terroristas ganan cuando consiguen arrastrar a su enemigo hasta su propio nivel. Las justificaciones varían, pero los hechos son tan similares que a veces el terrorismo parece una maligna organización en sí misma, en lugar de una táctica empleada por grupos con objetivos diversos e incompatibles. La Verdad Absoluta no es única, pero el sufrimiento que es capaz de causar es muy similar y está extendido por todo el mundo.
En ningún sitio está más claro que en el Interactive Global Terrorism Incident Map, una remezcla basada en Google Maps muy similar al ya conocido AlertMap, pero especializada en exclusiva en actos terroristas.
Iconos sencillos
El formato no puede ser más simple: sobre una proyección global de Google Maps aparecen una serie de iconos marcando las localizaciones donde se han producido actos terroristas en todo el mundo. Los iconos dan paso al ser pinchados a un 'bocadillo' al estilo cómic con los datos básicos del incidente: lugar, tipo, número de afectados, etc.
Sobre una proyección de Google Maps aparecen iconos con las localizaciones donde se han producido actos terroristas
El mapa puede ampliarse hasta la escala deseada, e incluso es posible superponer la imaginería de satélite que contiene Google Maps. Para ampliar la información, eso sí, es necesario registrarse, lo cual es gratuito para miembros de la policía y las fuerzas armadas estadounidenses, y cuesta 99 dólares anuales al resto.
Agregar información
La fuente de la información es la propia Red: es decir, que el Global Incident Map funciona como un agregador, y no como una fuente inicial de información. Todo lo que en él aparece puede encontrarse en otros sitios de Internet, pero aquí es más sencillo. Como en todo este tipo de agregadores, la clave es la fiabilidad de quien realiza la selección y construye el mapa. En este caso la responsabilidad es de una empresa denominada TransitSecurityReport.com, de la que hay poca información en la Red y que parece dedicada a agregar información útil para policías y fuerzas de seguridad.
Su panoplia de ofertas incluye otros agregadores especializados de noticias como TerroristWarning.com. Y a partir del propio Global Incident Map se puede acceder a una serie de mapas remezclados equivalentes pero todavía más especializados y centrados en los EE UU, como School Safety News (sobre incidentes de seguridad en o cerca de colegios e institutos), Hazmat Situation and Deployments Map (sobre incidentes de seguridad química o biológica), el Illegal Alien Activity Tracking System (sobre inmigración ilegal) y el Amber Alerts (emitidas en caso de desaparición de niños). Próximamente, anuncian, habrá disponible un sistema de seguimiento de noticias sobre brotes de gripe aviar.
La contemplación excesiva del Interactive Global Terrorism Incident Map puede producir melancolía, e incluso depresión. Los signos de explosiones, alertas biológicas e incluso nucleares o amenazas a medios de transporte (autobuses, trenes, barcos, aviones) se extienden por una gran franja de países como las pústulas de una epidemia. Bajo el mapa una línea continua de titulares añade nuevos incidentes, nuevas alertas y sospechas y amenazas al conjunto.
Amenazas
El efecto conjunto abruma, y pareciera que en una concertada ofensiva los creyentes en la Verdad Absoluta estuvieran empeñados en acabar con la civilización; lo que es peor, que estuvieran consiguiéndolo. Cuando los iconos parpadeantes que desbordan el mapa resulten intimidantes, conviene recordar que muchos incidentes son amenazas o sospechas que acaban por ser abortadas; algo inevitable cuando la alerta ha de impedir el más mínimo incidente.
Y que incluso los atentados que se llevan a la práctica no son una ofensiva coordinada y global, sino un agregado de muchas y diversas locuras, una federación de verdades tan absolutas como incompatibles entre sí. La civilización no está perdiendo esta batalla, aunque pueda parecerlo. Y sistemas de información como éste ayudan a que sea así.
Fuente: José Cervera – 20minutos.es