Universo simulado: Meterse en la madriguera del conejo
Usted no está realmente leyendo este artículo. Este artículo no existe. No existe. El computador en que usted está leyendo esto tampoco existe. Pero en cierto sentido, "el ordenador" nos puede decir algunas cosas de la realidad: Puede que el esté más cerca de ayudarnos a comprender la verdad de nuestro universo.
Bienvenido a la hipótesis de simulación. Ésta es la idea: Una civilización avanzada decide crear un detallada simulación por ordenador de otra civilización. Ellos llenan estos simulacros de mundos con gente, plantas, animales… Y escriben reglas de la naturaleza que rigen la forma como ese falso universo evoluciona.
Tal vez sean simulados sus antiguos antepasados querido lector, quizá estén modificando la física para ver cómo todos los universos se desarrollan, o tal vez sólo están simplemente aburridos y buscan un poco de entretenimiento observando a las criaturas dentro de la simulación, sin embargo, quizá ese no sea el motivo de la simulación, y este sea simplemente inaccesible para nosotros, Después de todo, no tenemos ni idea de lo que ellos piensan ya que somos sólo unos y ceros en lo que Paul Davies, un físico teórico en Universidad del Estado de Arizona, llama "superdupercomputer". Si puedes aceptar esto, es que has dado el primer paso dentro de la madriguera del conejo de Alicia.
El siguiente paso en esta propuesta de la simulación sería la esperanza de que las civilizaciones creadas progresen lo suficiente para reunir la informática con el poder necesario para producir sociedades auto-conscientes no sólo con el objeto de su auto diversión como en el juego de los Sims, sino que sean capaces de crearlas antes de autodestruirse, por ejemplo con sus guerras, que sean capaces de luchar con supervirus o de sobrevivir antes de ser esclavizadas por sus propios robots. Así las cosas se complican y se resumen en una sola pregunta: ¿Estamos viviendo en un universo real o un falso? Si ha asumido el argumento hasta el momento, dice Davies, el resto es preguntarse "si una máquina podría simular el universo" – y además, si hay un infinito juego de las posibilidades: "¿serían los falsos universos más numerosos que los reales?"
Bugs-errores y otros problemas
Los números están a favor de las falsificaciones, Davies lo sostiene, por una simple razón: "Las películas son mucho más baratas que los mundos reales. "Las falsificaciones utilizan menos recursos para operar que los verdaderos universos, por lo que deberían ser más abundantes – y más poblados-que los universos reales". Conclusión: Las probabilidades se inclinan a que estamos vivendo en un universo falso.
Por lo tanto, si nuestro universo sólo es realmente un programa ejecutándose en algún avanzado superordenador de alguna civilización ¿Podremos ser capaces de llegar a saberlo? "Si la simulación es perfecta, es indistinguible de un universo real ", dice Scott Aaronson, un profesor asistente de la ingeniería eléctrica e informática la ciencia en el MIT. Pero, dado que en algunas cosas en la vida, simulada o no, son perfectas, podría ser que algunos bugs-errores en la programación pueden aparecer ante nosotros como cambios en las constantes de la naturaleza. Como dijo el teórico John Barrow, tal vez "defectos de la Naturaleza son tan importantes como leyes de la naturaleza para nuestra comprensión de verdadera realidad".
Algunos astrónomos creen que ya han ha detectado el lento cambio en una constante de la naturaleza llamada alfa, la constante de la estructura fina. Los experimentos en el laboratorio, sin embargo, no han podido dar una total certeza de ese cambio. Incluso si lo hicieran, ¿Podríamos nunca llegar a saber que esos cambios son solo la prueba de pequeños errores de cálculo, o que realmente son la física real de nuestro universo real? Max Tegmark, profesor asociado de física en el MIT, considera que el seguimiento las constantes fundamentales es un trabajo importante, pero las dudas que se produzcan no afectarán nada a la cuestión de simulación. "Todo ser con una buena tecnología, la suficiente como para simular el universo, no tendría ningún problema para engañarnos más perfectamente todavía", mediante el ajuste de las constantes.
Los números de procesamiento
Entonces, ¿Qué tipo de computador puede ejecutar un simulación tan sofisticada – si no es demasiado presuntuoso decirlo así – como nuestro universo? ¿Sería una ordenador clásico del tamaño de un planeta? ¿O un ordenador cuántico no más grande que un iPod? O, podría ser un aparato que procesara de una manera que ni siquiera hemos imaginado todavía. El argumento de la simulación no lo especifica. Sin embargo, los teóricos han establecido una "Holográfica límite" que cuantifica la forma mayor cantidad de información puede estar contenida en un volumen de espacio.
Haga sus cálculos, dice Aaronson, y usted encontrará que un computador cuántico con cerca de 10122 bits cuánticos, o "qubits," debería "bastar" para simular nuestro universo observable. Eso es una gran cantidad de qubits: Los ordenadores más avanzados de hoy en día son los computadores cuánticos donde trabajan solo unos pocos, y todos los ordenadores clásicos del planeta funcionando juntos ni se acercarían a eso.
Seth Lloyd, profesor de ingeniería mecánica e ingeniería sistemas en el MIT, estima que en 2001 todas los ordenadores hechos por el hombre en el mundo podían procesar alrededor de 1021 bits. De modo que la potencia de cálculo necesaria para crear nuestro universo píxel por píxel parece ser muy elevada. Pero, explica Aaronson, "Es posible que una gran parte del equipo no necesite esa potencia y que con una potencia inferior sea suficiente". Tal vez la simulación podría hacer algunas trampas para ganar eficiencia, llenando algunas partes del universo sólo cuando sea necesario, por ejemplo, solo caerían los árboles en el bosque haciendo ruido si alguien está escuchando, o la impresión de las palabras en un libro se produciría justo antes de el lector abra la página. Pero, ¿Por qué esta especular especulación para estos límites computacionales?, argumenta Aaronson, cuando el simulador podría generar un "googolplex" de bits cada segundo? "Ese es el problema fundamental con la hipótesis de la simulación", dice Aaronson. "Si se hacen suficientemente generosos los supuestos sobre la máquina que hace la simulación no harían falta estas falsificaciones".
Los números
Tegmark toma lo que él llama una "opinión poco ortodoxa" sobre la cuestión. "Creo que es incorrecto equiparar el flujo de nuestras dimensiones con el del tiempo de ese flujo de computación. "El paso del tiempo como experiencia para un habitante de un universo simulado no tiene que estar vinculado a la tasa en que el ordenador está haciendo o acumulando los cálculos. "Aunque lo ejecutara al doble o la mitad de la velocidad usted se sentiría lo mismo. "Más importante aún, sostiene Tegmark,¿por qué correr la simulación para todos? Tomando la opinión de Einstein de que "el cambio en sí es un ilusión", dice Tegmark que la simulación podría adoptar la forma de un cuatridimensional conjunto de datos. "Si tu vida es un cine, el espacio-tiempo es el conjunto del DVD, " dice Tegmark, señalando que existe el DVD tanto si juegas como si no has jugado nunca. La hipótesis de que tu vida en particular se desarrolla para la diversión de algunos seres-superiores conlleva que ellos podrían dar al "off" si las cosas que haces se hacen aburridas -Tegmark proporciona un consejo no convencional: "Trata de comportarte de forma interesante…" "Es una buena excusa, si hace que cada día estuviera como loco quizás sería posible ampliar el la longevidad del universo".
¿Qué pasa con la conciencia? Tal vez usted se puede imaginar un equipo que simula estrellas y planetas, plantas y animales. Pero, ¿Una máquina podría verdaderamente simular la vida interior que experimentamos como conciencia?. El famoso físico Roger Penrose sostuvo que la mecánica cuántica específica estructuras en el cerebro que son responsables de la conciencia y que por ello los esfuerzos para reproducirla artificialmente son por lo tanto, futiles. "Yo no lo comparto", dice Tegmark. Aaronson está de acuerdo: "el argumento no es consistente". La conciencia es "El misterio de la existencia humana", dice Aaronson. Pero el argumento de Penrose, piensa Aaronson, "se reduce a una religiosa proposición". Incluso si el cerebro es una especie de ordenador cuantico, dice Aaronson, "todavía se rige por la perfección matemática precisa de sus leyes".
Con este punto de vista, no hay razones para creer que un ordenador cuántico no puede fabricar la conciencia que se sintiera como si fuera real. Aún así, si nuestros cerebros son ordenadores cuánticos, Tegmark nos dice, estarían sujeto a un fenómeno llamado decoherencia, lo que provocaría que en ordenadores cuánticos las escalas que se pueden mantener estables son de tiempos muy cortos. "Si sus neuronas tienen que ver con la conciencia de forma cuantica", dice Tegmark, la decoherencia emergería en una pequeña fracción de un segundo. "Por lo tanto, más le vale que sus pensamientos sean muy rápidos".
¿Esta historia tiene una Moraleja?
La hipótesis de la simulación ha estado a nuestro alrededor de una forma u otra desde siempre, Aaronson señala, y es perpetuamente "redescubierta y expresada en lenguaje contemporáneo". Por ejemplo, Descartes puso en duda la realidad de la mundo físico fuera de la mente; En el cuento de Lewis Carroll Tweedledum y Tweedledee trató de convencer a Alice que ella era un personaje dormido en el sueño de un rey, y, en El Matrix, Keanu Reeves alucinó su vida, atrapados en una post-apocalíptica vaina.
"Hay muchos ensayos antiguos en la literatura filosófica sobre un desencarnado cerebro en una botella", dice Tegmark. Filosóficamente, "No podemos ser eso verdaderamente, realmente, pero no poder estar seguros de nada esto nos da una especie de humildad". Sin embargo, Davies cree que el valor real de la hipótesis de la simulación es que es nos hace cuestionar la lógica que nos trajo aquí. "Un experimento mental que va a extremos absurdos", dice Davies, sugiere que algo debe estar mal con los supuestos subyacentes. Por lo tanto, "vamos a pretender que el mundo es real", dice Davies. "Así que entonces sigamos adelante con el trabajo".
Este artículo es una versión en español del original "Down the Rabbit Hole", de Kate Becker, preparado por "Un aprendiz de todo", en blogcon-ciencia.blogspot.com.
Fuente: Kate Becker, traducido por blogcon-ciencia.blogspot.com