Neutralidad Tecnológica
Si bien es cierto que el Estado Venezolano es uno solo, no es menos cierto que las necesidades de cada órgano dentro de la administración pública son diferentes, y por ello debe respetarse el conocimiento que cada uno tiene en su área de competencia, y que deben estar bien claras en el momento de hacerse la selección (proceso de comparación y jerarquización establecido en la precitada Ley de Licitaciones).
Al igual que las necesidades de cada ente en el sector público (o privado), también las ofertas son diferentes, y los proveedores de las soluciones hacen de cada proceso uno singular, en el cual cada quien desea demostrar (dentro del marco estipulado) sus ventajas y bondades, para así lograr convencer a los usuarios del empleo de sus productos.
Al pretenderse manipular el Principio de Neutralidad Tecnológica, e imponerse un Tipo de Tecnología al Estado, se violan Principios Constitucionales, como el Principio de igualdad ante la ley y no discriminación. Asimismo, también se viola el Principio de libertad económica, libre concurrencia y economía social de mercado.
Como se tomó en las mesas de redacción de la Ley de Infogobierno, el Principio de Neutralidad Tecnológica está atado al Principio de la libertad del ser humano. Esa libertad para elegir y seleccionar lo más apropiado, lo más conveniente, lo mejor, dentro de parámetros claros y medibles.
La intención de eliminar la Neutralidad Tecnológica atenta no sólo contra un Principio fundamental de la Constitución, sino también contra un Principio de vida, contra un derecho humano; porque la libertad es un derecho que no se negocia.
Muchas son las definiciones que se han dado a la Neutralidad Tecnológica, que van desde aquellos que intentan satanizarla como muestra del Neoliberalismo, hasta los que indican que tan solo representa la eliminación de sesgo alguno en la toma de decisiones tecnológicas, que conlleva a la "no preferencia de una modalidad o marca de tecnología sobre otra.» En general, las definiciones tienen cuatro vertientes: Una jurídica, una técnica, una económica y finalmente, una política.
El principio de neutralidad tecnológica es un derivado del derecho internacionalmente reconocido a la igualdad y a la no discriminación, aplicado al uso, la promoción y la adquisición de tecnologías de información. Es por ello que el principio de neutralidad tecnológica permite al usuario la libre elección de las distintas opciones de tecnología existentes en cada momento. El usuario debe tener la posibilidad de seleccionar la tecnología que mejor satisfaga sus necesidades y le brinde lo óptimo en:
• Desempeño
• Mérito técnico
• Funcionalidad
• Seguridad
• Calidad
• Valor por su inversión
• Costo total de propiedad
• Facilidad de uso
• Servicio post-venta y garantías (actualizaciones y mejoras)
• Soporte técnico
• Interoperabilidad
También cabe destacar la afirmación introducida en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información en Ginebra, en diciembre de 2003:
«La Neutralidad Tecnológica sostiene que debe respetarse el derecho de decisión de los usuarios, quienes puedan hacer su elección libremente entre los programas de fuente abierta, comerciales y libres, de manera que tengan acceso a servicios competitivos y de calidad.»
La neutralidad tecnológica permite e impulsa la libre competencia que, con una adecuada protección a los derechos de propiedad intelectual, estimula:
• la inversión en investigación y desarrollo
• la innovación
• la creación de empleos de alto valor agregado y bien remunerados
• la generación de impuestos
• el sano desarrollo de la industria, con mas y mejor tecnología a precios cada vez más reducidos, todo lo cual contribuye a su vez, al desarrollo económico de los países.
En conclusión, la Neutralidad Tecnológica es un Principio Fundamental del Ser Humano, relacionado con la Libertad que éste tiene de escoger la mejor tecnología, la más adecuada y conveniente, dentro de un apropiado marco de normas, y sin la imposición o sesgo de algún grupo que actúe por intereses particulares o con la miopía de la falta de conocimiento. La Neutralidad Tecnológica no tiene tendencias ni matices políticos.
Fuente: Betzabeth Romero