Video juego íntimo
Cuando médicos ya examinan a distancia a pacientes en lugares remotos que donde no hay especialistas y están por realizar, en las mismas circunstancias, procedimientos quirúrgicos usando brazos robóticos, no debe extrañar que se acerque el momento cuando la sociedad descubra que puede satisfacer sus necesidades íntimas del mismo modo.
Por lo pronto, no es remoto, sino real, cuerpo a cuerpo, aunque usando todas las facilidades de un videojuego. Se trata de "Intimate Game Controllers", una idea presentada para su tésis de grado por Jennifer Chowdhury, estudiante de ingeniería en la Universidad de Nueva York.
La autora se interesó inicialmente por el uso de controladores de video juegos como los ofrecidos por la consola Nintendo Wii y los juegos Guitar Hero y Dance Dance Revolution (DDR). "Me llamó la atención como las interfaces de juegos pueden cambiar el modo como los jugadores interactúan unos con otros, fuera de la pantalla y como [los nuevos juegos y controladores] crean una atmósfera altamente social (…) no solo para los jugadores sino para los espectadores".
De ahí que es una propuesta más interesante por sus implicaciones que por lo complejo de su desarrollo. Se trata de un juego programado en Flash, que se acompaña de sensores que deben colocarse los jugadores. Seis en el sostén de ella y la misma cantidad en el calzoncillo de la pareja.
El asunto funciona de manera similar a un DDR, solo que en vez de pisar las teclas de colores hay que tocar los sensores en las piezas íntimas de la pareja. En el nivel uno, que la autora bautizó "En el Cine", se comienza con solo dos sensores, un par en el sujetador del 'brassiere' y otro en los laterales de los interiores de la pareja. La actividad se va volviendo más complicada (¿emocionante?), siendo necesario tocar más y más sensores colocados en la ropa íntima (siempre de manera suave, ya que de lo contrario se pierden puntos), a medida que se avanza a niveles superiores, que Chowdhury nombró "La Primera Cita", para el nivel intermedio, y "El Primer Beso", para el tercero, y, por ahora, nivel máximo.
Jenny Chowdhury dice que su motivación para la adaptación de la idea a un juego de pareja llegó al conocer el fenómeno denominado Gamer Widowhood (viudez de los jugadores), un fenómeno cada vez más discutido, que describe la situación cuando alguien (usualmente hombres) abandona a su pareja por la (todavía polémica) adicción a los videojuegos.
Según Chowdhury, "Al enterarme de esto, me propuse diseñar un tipo de videojuego que se centrara en la intimidad de la pareja, y donde dos personas se tocan la una a la otra para participar en el juego". Es decir, se supone que con "Intimate Game Controllers" podría ayudarse a quienes terminan abandonando a su pareja por culpa de su adicción a las máquinas.
Si la idea es efectiva para el problema o no, si alguna empresa lo tomará y perfeccionará, si no se desvirtúa el propósito original… Estamos seguros que su imaginación ya está armando las implicaciones.
Fuente: sociedadytecnologia.net