Un testigo de excepción en el desarrollo de las telecomunicaciones
Aunque a quien debe ser otorgada la etiqueta de inventor del teléfono es un asunto ya saldado a favor del italiano Antonio Meucci (*), el trabajo de Alexander Graham Bell es un tema muy informativo y, ciertamente, entretenido, por el carácter del escocés, considerado por algunos como atrevido, aventurero, hábil negociante y, también, genial desarrollador de tecnologías.
Junto con Bell, trabajó en el mismo laboratorio el inventor Thomas Augustus Watson (sin relación con el fundador de IBM), quien se hizo famoso ya que el suyo fue el primer nombre transmitido por teléfono (aparte de todo aquello que se conoció después de los trabajos de Meucci), cuando su jefe directo, el propio Bell, uso el primitivo auricular para decir "" ("Sr. Watson, venga aquí, lo necesito").
Watson (1854 – 1934) inició su vida profesional como contador, luego carpintero, hasta que, en sus propias palabras, encontró finalmente un trabajo que lo complacía, en el taller de desarrollo mecánico de Charles Williams, donde fue reclutado por Bell, para esos momentos profesor de la Universidad de Boston, quien lo contrató para trabajar en su laboratorio.
Bell reconoció a Watson parte de los royalties producto del teléfono, con los cuales, a tempranos 27 años, invirtió en agricultura, luego en su propio taller de desarrollo mecánico, para finalmente fundar la Fore River Ship and Engine Company, empresa que logró importantes contratos con la armada estadounidense, convirtiéndose en uno de los más grandes astilleros de América.
Interesantemente, Watson prefirió dejar sus florecientes negocios en manos de administradores para dedicarse al arte dramático, formando su propio grupo teatral y grabando su nombre como dramaturgo al escribir varias obras menores. Durante esta etapa de su vida, el 25 de enero de 1915, Watson se involucra de nuevo en la historia de las telecomunicaciones al ser quien recibió la primera llamada transcontinental, realizada desde las oficinas de Alexander Graham Bell en Nueva York hasta la dirección de Watson en San Francisco. En la llamada participaron, además de Bell y Watson, el presidente Woodrow Wilson y los alcaldes de ambas ciudades.
Habiendo trabajado en el desarrollo del teléfono de Bell, Watson es un testigo excepción de aquellos acontecimientos, por ello nos pareció muy pertinente encontrar una grabación donde el propio asistente de Bell narra la historia.
Esta grabación es conservada en distintos archivos, pero la que ofrecemos aquí es ofrecida por el Proyecto Gutenberg.
(*) Controversia acerca de la invención del teléfono (wikipedia.org)
Durante mucho tiempo, Bell fue considerado el inventor del teléfono. Sin embargo, aparentemente Bell no fue el primero en crear este aparato, sino solamente el primero en patentarlo. Así, el 11 de junio de 2002, el Congreso de Estados Unidos aprobó la resolución 269 por la que reconoció que el inventor del teléfono había sido Antonio Meucci y no Alexander Graham Bell.
Según este punto de vista, se sostiene que Graham Bell y Meucci crearon el dispositivo de manera totalmente separada (se piensa también que hubo un indirecto cruce de información entre los dos investigadores). Por otro lado, una versión, sostenida por la comunidad italiana en Estados Unidos y representados por el Museo Garibaldi-Meucci (que también encontró eco en el Gobierno Italiano), exhibe a Meucci como único inventor del dispositivo argumentando, además de la comparación de fechas entre las investigaciones de ambos creativos, que la patente que Bell sacó del aparato fue producto del oportunismo del escocés y de la compañía para la cual trabajaba: Los problemas económicos que Meucci tuvo a lo largo de su vida le impidieron a éste pagar la renovación de la patente temporal que exigía el gobierno estadounidense para las invenciones de este tipo mientras conseguía el dinero suficiente para solicitar la patente definitiva, por lo que, en 1873, el italiano debió buscar un patrocinador (conocido posteriormente como la Western Union), dejándole los bosquejos del aparato.
La compañía, por su lado, enviaba los bosquejos a su laboratorio para el desarrollo de éstos encargándole la tarea a Bell quien, en 1875, anunciaba la creación del Teléfono, lo que le traería beneficios económicos a Western Union sin tener que repartir los dividendos con Meucci. Finalmente, sostienen que la Resolución 693 del Congreso es una revalidación de esta versión.
Fuente: Texto: P. Cernik – genesisytecnologia.com. Audio: gutenberg.org