Telefonía móvil y su dinámica regional en el 2022
La dinámica transformadora del sector telecomunicaciones y de los servicios de la información ha sido enorme a lo largo de los últimos 20 años. La convergencia tecnológica y el desarrollo de servicios bajo el protocolo IP han transformado una industria que se había caracterizado por la integración de la infraestructura y la provisión de los servicios, y donde éstos últimos solían ser fundamentalmente voz en lo que a las telecomunicaciones se refiere. Asimismo, la convergencia tecnológica ha permitido que tanto prestadores de servicios audiovisuales así como prestadores de servicios de telecomunicaciones puedan ofrecer servicios indistintamente en ambos mercados (telco y audiovisual).
Ésta dinámica -aunada a otros factores desde el lado de la demanda- facilitó una transformación respecto a los patrones de uso y consumo por parte de los clientes, siendo los datos, el consumo preponderante y de constante ascenso, mientras la voz ha mostrado ininterrumpida caída.
Un par de ejemplos, Colombia y Argentina pueden darnos luz sobre la tendencia en el segmento o vertical de negocios de la telefonía móvil en la región actualmente. El mercado de los servicios TIC más Media (telefonía fija, internet fijo, telefonía móvil, TV paga, TV abierta, Radio y periódicos) en el caso de Argentina y Colombia para el año 2019 ascendió a 10.965 M US$ y 7.396 M US$ respectivamente. Por su parte, los mercados de telefonía móvil en Argentina y Colombia durante el año 2019 se ubicaron en niveles de 4.805 M US$ y 3.047 M US$ respectivamente, representando el 43,82% y el 41,20% de los montos totales de ingresos del sector TMT (tecnología, media y comunicaciones).
Para las empresas de telecomunicaciones, de las cuales muchas sólo operan en el sector Telco más audiovisual, el mercado y las operaciones en el mercado de telefonía móvil resultan fundamentales por constituir el principal vertical de negocios respecto a ingresos e incluso tendencia de consumo en el futuro. Veamos algunos detalles a continuación.
Caso de Telefonía Móvil en Colombia:
• Constituye el mercado más concentrado de Colombia, con Claro con una participación en telefonía móvil superior al 45% y en Internet móvil superior al 55% en el 2019.
• La penetración de líneas móviles sigue creciendo en Colombia (134,2 x 100 hab en 2019), a diferencia de Argentina, aunque parece estar cerca de un techo.
• TACC (tasa anual de crecimiento compuesto) de los Ingresos en $ (2015-2019): -16,0% en voz móvil y 18,7% en Internet móvil.
• Constituye la primera fuente de ingresos con US$ 3.047.851.264,85, representando el 43,24% de los ingresos por servicios TIC en 2019 (obviando TV abierta, Radio y periódicos).
• ARPU de US$ 11,7 en 2019.
Los datos móviles se han transformado en un mercado mucho más relevante y con mayor potencial que la voz móvil. Se observa y se espera una fuerte tendencia de crecimiento en la demanda de datos móviles. En un futuro podría incluso sustituir a la banda ancha. Los ingresos operacionales del sector en Colombia (Internet fijo y móvil, telefonía fija y móvil, televisión por suscripción) crecieron en un 2,2% en 2019, principalmente debido al segmento de Internet móvil, cuyos ingresos se incrementaron en un 20,1%.
Caso de Telefonía Móvil en Argentina:
• Mercado concentrado en tres operadores con participación % equivalente entre sí.
• Mercado maduro y saturado respecto a Penetración (125 x 100 hab en 2019 con tendencia a la baja).
• Declinación de SMS y voz, y aumento de consumo de datos.
• TACC de Ingresos en $ (2014-2019): 26,14%. Crecimiento que se encuentra por debajo de la inflación promedio anual de dicho periodo (34,38%), lo que implica un crecimiento negativo en términos reales.
• Caída en términos reales de los Ingresos en pesos por llamada y por minuto a lo largo del último lustro.
• Constituye la pincipal fuente de ingresos sobre el total servicios TIC.
• La participación de los ingresos sobre el total ha cedido participación en favor del servicio de Internet Fijo a lo largo del último lustro.
• ARPU de US$ 5,73 en 2019.
En el mercado de telefonía móvil a escala mundial ha venido ocurriendo un fenómeno que constituye un enorme desafío para las operadoras: se ha producido un derrumbe vertiginoso del consumo de voz y de sus ingresos asociados, que en el mejor de los casos están siendo apenas compensado por el incremento en el consumo de internet móvil o de datos vía dispositivos móviles (depende de cada caso/país donde el desempeño macroeconómico, específicamente en materia cambiaria, puede pulverizar los ingresos expresados en dólares o donde la inflación puede hacer lo propio sobre los ingresos expresados en moneda doméstica). Esto ha implicado que el auge en el consumo de datos móviles y sus ingresos asociados ha tenido que ir compensando la caída en el consumo de voz y sus ingresos asociados. Esta dinámica implica un desafío para las operadoras que requieren realizar inversiones en tecnología aún cuando sus servicios se "commoditizan" hacia la simple conectividad y fuentes de ingresos desaparecen (los consumidores perciben valor del contenido, los datos y los servicios prestados por Plataformas Digitales que se benefician del ambiente de internet abierto).
La proporción de valor entre conectividad y servicios tradicionales versus aquellos provistos por empresas OTT o Plataformas Digitales sobre el protocolo IP puede encontrarse alrededor de 15% versus 85%.
Las operadoras de servicios de telecomunicaciones requieren de la absoluta flexibilidad tarifaria que facilite diseñar ofertas de valor hacia el consumidor ante la dinámica hasta ahora descrita y ante la disciplina competitiva a la que están sometidas no sólo producto de la convergencia tecnologica, sino de la competencia que se deriva de Apps y Plataformas Digitales (por ejemplo Whatsapp y redes sociales) que sustituyen con brutal fuerza servicios tradicionales como voz.
Caso de Telefonía Móvil en Venezuela:
Venezuela muestra estadísticas referidas a la telefonía móvil que deben preocupar. Desde desconexión o disminución en el índice de penetracion de la telefonía móvil hasta baja calidad del servicio de internet móvil medida por medio de la velocidad y la latencia; constituyen indicios de la necesidad de realizar inversiones en el sector.
El índice de penetracion ha disminuido y se aleja de 100% alrededor del cual países vecinos han tendido a estabilizarse independientemente de sus casos específicos. De hecho, el índice de penetración de la telefonía móvil en Venezuela para el cierre de 2019 se ubicó en 59% en lo referido a las líneas notificadas por las operadoras y en 41,60% respecto a las líneas activas.
El tráfico y/o consumo de datos (Terabytes) creció interanualmente al cierre del 2019 en 45,12% ubicándose en un nivel de 66.109. Contrasta por su parte respecto al desempeño anterior del consumo de datos, pero acorde con la tendencia mundial, el tráfico de voz originado en telefonía móvil, el cual descendió interanualmente al cierre de 2019 en -17,73%, así como el tráfico de SMS, el cual descendió internaualmente en 12,66%. El tráfico de llamadas originadas en telefonía móvil medido en millones de minutos al cierre de 2019 se ubicó en 9.036, mientras el tráfico de SMS medido en millones de mensajes al cierre de 2019 se ubicó en 9.263.
Respecto a la calidad del servicio, en lo que respecta a la velocidad Venezuela muestra el peor promedio en la región y el segundo peor puesto del mundo, con una velocidad promedio de Internet móvil de 7,48 mbps. La latencia de red que representa la suma de retardos temporales dentro de una red, en el caso del internet móvil en Venezuela se ubica en 38 ms, haciendo al país al de peor desempeño en la región.
País – Latencia 2021 – Velocidad promedio 2020:
Venezuela – 38 ms – 7,7 Mbps
Uruguay – 27 ms – 35,2 Mbps
Colombia – 35 ms – 18,2 Mbps
Argentina 30 ms – 27,9 Mbps
Las estadisticas venezolanas asoman dos desafios importantes, por un lado, mantener y rescatar la penetracion y acceso a la telefonía móvil y por otro lado mejorar la calidad del servicio.
Al respecto tanto el sector privado como el sector público poseen responsabilidades específicas. Por el lado del sector público, la evolución en el desempeño de los servicios TIC en general, y de la telefonía móvil en lo particular en Venezuela constituye evidencia de que las actuaciones regulatorias de hecho, en específico el control y congelamiento de tarifas, no ha garantizado mantener la penetracion y el acceso a los servicios, sino por el contrario ha incidido en la imposibilidad de financiar el sostenimiento, así como las mejoras en la calidad del servicio prestado.
Así como en otros sectores de la economía parece haberse entendido, las empresas no pueden hacerse responsables, llevar la carga económica ni financiar por medio del pinzamiento de márgenes y el sacrificio de inversiones, el problema que representa la pérdida de poder de compra del bolívar.
No resulta un tema menor llamar la atención que una de las principales operadoras del sector es pública y constituye la principal proveedora de servicios de internet (fijo + móvil). La precariedad en la prestación de los servicios por parte de CANTV y MOVILNET resulta público y notorio. En este sentido, la posibilidad que tenga la competencia de financiar contando con corresponsabilidad tarifaria por parte de los clientes de las inversiones necesarias, y sometidas a la disciplina del mercado, redundará en mejoras del servicio. El hecho que los usuarios del sector telecomunicaciones en Venezuela estén haciendo uso de servicios de contenido streaming por suscripción, entre otros, vía OTTs y Apps constituye indicio de cierta capacidad de pago, por lo que la libertad tarifaria en Venezuela permitiría rebalancear la regla de reparto del valor a lo largo de la cadena de valor en favor de operadoras domésticas para que puedan acometer sus inversiones sin que necesariamente se comprometa el acceso o la conectividad (por el contrario si permite inversiones en infraestructura y mejoras de calidad del servicio, el acceso mejorará).
Por su parte el sector privado requiere reglas claras y la libertad económica, tanto en la fijación de precios como en el diseño de sus ofertas de valor, para poder competir y financiar las inversiones que exige un sector tan dinámico caracterizado por innovaciones tecnológicas y de infraestructura. Lo anterior constituye la única forma para ir cerrando la brecha que se ha estado abriendo respecto al resto de los países de la región.
(*) Economista UCV. Profesor de Estrategia Competitiva y Digital, Universidad Torcuato Di Tella.
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Fuente: Enrique González (*) – THP